Procedimiento que devuelve al diente su color original (whitening) o aclara
el color original del diente (bleaching).
El blanqueamiento dental puede realizarse a un conjunto de dientes ó bien a un sólo diente que pueda haberse oscurecido tras una endodoncia ó trauma dental.
En algunas ocasiones el oscurecimiento de una pieza dental se debe a que la parte interna del diente en la que ha sufrido un cambio de color por algún tratamiento previo. En particular, cuando se ha realizado un tratamiento de conducto con el paso del tiempo la zona interna del diente se va oscureciendo.
Los dientes son uno de los puntos más atractivos del rostro y para conseguir un buen resultado en el blanqueamiento de dientes no vitales y embellecerlos se debe realizar un diagnóstico lo más detallado posible para encontrar y tener clara la causa de la decoloración, y también el estado actual del diente. El diente a tratar debe tener un tratamiento de conductos bien realizado antes de proceder al tratamiento blanqueador.
Se hace con un férula personalizada para mejorar el color de la superficie externa del esmalte. Además es complementado con sesiones de blanqueamiento interno.
Las principales indicaciones del blanqueamiento interno son dientes decolorados por necrosis o hemorragia pulpar, dientes teñidos a causa de distintos materiales utilizados en tratamientos de endodoncia previos y fracasos en blanqueamientos vitales previos.
En algunos casos es necesario combinar esta técnica con el blanqueamiento tradicional para obtener un mejor resultado.
Una vez obtenido el color deseado se vuelve a rellenar el orificio con un material de obturación, generalmente se utiliza resina.
En este tipo de tratamiento el diente queda intacto ya que no hace falta eliminar la parte oscurecida para colocar una funda en el diente.
Pero en algunos casos es posible que se produzca una reabsorción en la raíz, si esto sucede se verá la raíz del diente con una forma inusual y esto puede conllevar a la pérdida de la pieza dental.